LAS PALABRAS MÁGICAS DEL OPTIMISMO?
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Hablar de optimismo es hablar de optimismo inteligente, frente a optimismo ingenuo. El primero hace referencia a la tendencia saludable a «pensar que las cosas van a salir bien, a esforzarnos para que salgan bien, y a prepararnos por si salen mal»…. El optimismo ingenuo, es pensar que las cosas van a salir bien, sin el menor esfuerzo.

El optimismo sin esfuerzo, es creer en la suerte o el destino; el locus de control interno (la sensación de que yo puedo hacer algo para cambiar las cosas) no existe, y todo se deja al vaivén de las circunstancias (locus de control externo).

Para los optimistas pensar algo como «si quieres que tu vida cambie, cambia algo en tu vida», es una idea que forma parte de su devenir diario.

Tanto para los optimistas como para los pesimistas (por si quieren lanzarse a probar ser más optimista…), existen unas muletillas, palabras alentadoras y relativizadoras de las circunstancias, que, usadas en el momento oportuno (generalmente ante cualquier infortunio), pueden tener un buen resultado:

– afortunadamente, que bien que, menos mal que, qué suerte tuve, mira por donde, al menos hay que valorar….