A todas las empresas, pequeñas como la mía, o grandes como Coca-Cola, nos obligan a proteger los datos (de los clientes, de los trabajadores, etc). Cada cliente que llega en mi alojamiento tiene que firmar una hoja con 50 líneas que no se va a leer, con tal de dar o no consentimiento para que en futuras ocasiones le pueda enviar un correo o un watshap. Lo mismo para el consentimiento de la toma de imágenes. Hasta ahí bien. Pero resulta que un cliente me puede hacer una foto a mí, a la persona que lleva el establecimiento, y la puede colgar en Facebook sin mi consentimiento, porque él no está obligado a pedirme que yo firme la ley de protección de datos. Curioso verdad? Está claro que en este caso con decirle de forma educada que prefiero no salir en las fotos, el asunto queda resuelto.  A continuación, te sientas por la tarde a ver la televisión, y ves a todos los turistas , adultos y niños, en las playas hacinadas de Benidorm o La Victoria, con rostros, comiendo helados o tirándose de plancha al agua. Estos periodistas han pedido que todas estas personas firmen la hoja de protección de datos? Y ahora viene lo más grave, desde nuestro punto de vista «occidental» (o sea, los más cultos y avanzados, me río) vemos normal que en los informativos se  emitan imágenes de personas fallecidas en guerras o atentados del mundo más «oriental», abatidas y yacentes en el suelo, ensangrentadas, pero cuyo rostro es reconocible, se ven sus facciones…., o madres llorando por la pérdida…..pero da igual, esa persona ya está muerta o demasiados problemas tiene como para denunciar al periodista por no haberle hecho firmar la hoja correspondiente a la  Ley de Protección de Datos…., pero claro, a veces consideramos que hay categorías de personas, y algunas, por salir en  Facebook  sin permiso nos ponemos furibundas, y otras, no tienen ni el derecho de elegir, por que, básicamente, sus circunstancias y su vida no le permiten acceder a nuestro mundo «occidental» lleno de leyes y derechos tan «occidentales, avanzados y civilizados». Otra reflexión planetaria del mundo hipócrita en el que vivimos. Feliz verano.