Hemos entrado de lleno, sin previo aviso, al confinamiento digital. Cese de autónomos, ERTES, etc. Todo se tramita de forma digital. A los que les pilla preparados, bien, y a los que no, pues también. Aguantarse. Cuando todo va bien, o más o menos bien, me refiero a épocas de «normalidad» (si es que a lo otro se le puede considerar algo normal), nos aconsejan estar preparados para la administración digital, pero, como se puede hacer por otras vías, más personales, pues vas trampeando de las dos formas. Pero ahora, que lo personal desaparece por completo, sólo queda la vía digital.

Muy bien, es un sistema fantástico, porque para pedir el certificado digital es imprescindible la presencia personal, entonces ¿cómo lo solucionamos?

De ninguna manera, esperar a que todo esto se pase (que se pasará); solucionar todos los temas digitales, y esperar que la próxima pandemia tarde en llegar. Pero, en todo caso, aparte de la digitalización, estar preparados para la solidaridad, y para los temas importantes de la vida; por que una cosa es que nos pille desprevenidos en lo digital, y otra, que nos pille apijotados.

Bueno, otra reflexión planetaria. Mucho ánimo y salud para todos.